Leyenda De La Mona De La Catedral De Jaen

En tal sentido, en el momento en que se fué tras de él en Semana Santa, han visto de qué forma se mete bajo el trono de esta Virgen y, al alzar los faldones, el niño no se encontraba. Esta historia corría de generación en generación, puesto que se le tenía pavor. En el siglo XIX, un conjunto de niños deseó retar a la gárgola, ya que deseaban contar la hazaña al resto sus compañeros. Pasaron una y otra vez bajo la estatua, y le chillaban e insultaban.

Aquella sombra delgada, alta y de paso ligero, con sotana, sombrero y cubierta resultó ser un sacerdote que precisaba asistencia para realizar una celebración en la capilla del Arco de San Lorenzo. Sin pensarlo el joven aceptó, pues pese al frio no deseaba denegar la petición de aquel clérigo. Una vez en la capilla, el joven valora en una de las genuflexiones del sacerdote, que en vez de dos tobillos sobresalía de la sotana las canillas de un esqueleto.

Es el instante mágico en que comienza la ruta \’Jaén iluminado\’, un paseo ordenado por una empresa por los rincones mucho más hermosos de la región y por sus leyendas. Por eso, en el momento en que a fines del siglo XIX un conjunto de críos decidió demostrar su valentía acudiendo una tarde bajo la talla de la Mona hubo quienes al verlos allí les recriminó que no tentasen a su suerte. De esta forma, primero de forma fugaz y después algo mucho más tibios, uno tras otro aquellos chavales pasaron varias veces bajo la figura, desafiantes. La cenefa la constituyen brazadas de hojas de acanto ceñidas con cinturones, y follaje de granado con sus respectivos frutos; y sobre esta frondosa cornisa, reposan esferas y pirámides, cabezas de clavos, conchas de vieira, flores de lis, racimos de uva, bellotas…, y en los vértices, rematando, ocasionalmente se muestran parejas de animales encontrados. El cura se quitó el negro abrigo, resultando que, a falta de la casulla, ya se encontraba revestido para la celebración. La tenue luz de 2 candelas cuya llama oscilaba movida por el viento que a través de las rendijas de la puerta entraba en la estancia, creaba en ella sombras alterables, dándole a la misma un aspecto fantasmagórico.

Leyendas De Jaén

El arriero quizás creyó que se trataba del hijo de alguna de aquellas lavanderas que se había perdido. Procuró el origen de los gimoteos y vio que era un niño de 2 o tres años. En el momento en que cesó de llorar, lo puso atrás en la mula y continuó su camino hacia Jaén. “A un arriero que regresaba de Los Villares, al pasar por la Fuente de la Peña ya de noche, le pareció oír los sollozos de un niño en un lavadero donde las mujeres subían a lavar la ropa. Se puso a trabajar inmediatamente pero, en el momento en que puso el primer ladrillo, verificó horrorizado que en el interior del hueco se encontraba un cadáver. La bolsa del dinero tintineaba en la mano del contratador y la necesidad le hizo seguir su labor.

Por las causas que sean, fue práctica entre los pequeños y niñas de Jaén el tirar piedras a la pobre mona catedralicia. No pasaba chiquillo o chiquilla que se privara del gustazo de apedrear a tan grotesco mono. Probablemente y en parte como consecuencia del acatamiento a esta incesante broma de la chiquillería jienense, es con lo que hoy en día hace aparición tan deteriorado.

Afines A Leyendas De Jaén

Existe en la ciudad de Jaén un interesante edificio del siglo XVII, que cuenta con una hermosa fachada, decorada con escudos nobiliarios y con un recoleto jardín, que se conoce como Palacio de los Vélez, hoy en día sede del Instituto Oficial de Arquitectos de Jaén. Está este Palacio al lado de la calle Valparaíso, popularmente conocida como Callejón de la Mona. Tal visión fue contemplada por el almacena del castillo, allí por 1960, cuando se estaban corriendo las obras del Parador; concretamente, por la antigua entrada de este (escaleras de la cafetería). En alguna ocasión, al tomar una fotografía al cuadro del Condestable que el día de hoy se muestra en el salón de armas, esta ha salido velada.

Otra gente piensan que podría ser un judío cubierto por un rodete, gorro que caracterizaba a la red social judía en la Edad Media. Por la situación en que está, en el sustento del edificio, tenemos la posibilidad de suponer que expresa una idea de triunfalismo de una religión sobre la otra, de derrota del Islam, cuya principal mezquita se encontraba emplazada en el mismo lugar que el día de hoy ocupa la catedral. Desde finales del siglo XVIII los retablos puestos en la Capilla de Santiago (Catedral. Capilla de Santiago) y la Capilla de San Fernando (Catedral. Capilla de San Fernando), las que flanquean a la Capilla Mayor (Catedral. Capilla Mayor), cegaron interiormente 2 de las ventanas abiertas en la cabecera del templo. Los huecos provisionales de obra son algo frecuente a lo largo de la construcción de un edificio; entonces se ciegan. En su cuerpo inferior una hermosa cenefa de estilo gótico flamígero y un adorno compuesto por crestería simulada. “En el año 1002, siendo rey en Córdoba Alhatan, le hizo la guerra el rey moro de Jaén, llamado Alí.

Leyendas En La Noche

Creer o no en ellas es una cuestión que hay que dejar aparte, solo hablamos de disfrutar de esta una parte de la civilización popular, que hilvana individuos históricos con otros inventados en escenarios de la región. Desde el Castillo de Santa Catalina, donde Jasmina espera el regreso de su amado, al Antiguo Hospital de San Juan de Dios, donde pasean las ánimas errantes de quienes fallecieron allí, pasando por la Catedral, el Palacio de los Vélez y los Baños Árabes. Comprender la cara mucho más misteriosa de Jaén mediante sus leyendas y sus rincones se presenta tal como una buena propuesta para gozar este año de la noche de Todos y cada uno de los Beatos. Ala luz de una candela o caminando por las empedradas, angostas y oscuras calles del casco antiguo. Historias de ánimas que no encuentran reposo y se dejan ver por los vivos. La noche de Todos los Santos, víspera del Día de los Fallecidos, es la mucho más misteriosa del año.

Historia De Historia Legendaria Del Palacio De Los Vélez

Hay dos versiones sobre esta leyenda, pero en ambas coinciden que el rey Alí, todavía está rondando los baños árabes. Según entre las historias, el rey falleció de calor un mediodía siendo encerrado en el hamman por sus enemigos. Este se encontraba dándose un baño de agua templada en el momento en que sus opositores aprovecharon para avivar el fuego de las calderas para que así muriese ahogado y deshidratado gracias a la alta temperatura. Otra de las ediciones dice que el rey Alí fue apuñalado junto a entre las columnas de la salón, explicando que esa columna emana calor aun energía positiva. El padre decidió encerrar a su hija en la alcoba mucho más alta de una torre que en aquel entonces tenía el palacio de los Vélez, levantando un muro en la puerta de la alcoba y dejándola completamente incomunicada con el exterior.

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De vuelta a su vecindario, los pequeños fueron recibidos como héroes por la chiquillería y, más que nada, por las pequeñas, que vieron en ellos a genuinos capitanes. Enterados sus progenitores, les recriminaron fuertemente su actitud y les prohibieron tajantemente volver por aquel rincón. Pero, de la misma en las batallas el tedio relega a la poltrona a sus mucho más esforzados soldados, en la situacion de nuestros protagonistas, la popularidad adquirida fue perdiendo intensidad. Aun hubo quien aseveró que la proeza de esos rapaces fue una invención.