Los estudiantes españoles saben mucho más del Imperio De roma o de la Revolución Francesa que de lo que ocurrió en su país en el último siglo, porque nadie se lo ha enseñado. Se pasa de puntillas y con prisas por esas temáticas «incómodas» por temor a la indisposición personal o para evitar reproches de adoctrinamiento. Tampoco el profesorado se encontraba preparado para dar versiones diferentes, ya que solamente había bibliografía alternativa. Los estudiantes nacieron desconociendo su propia historia o les llegaba sesgada, causas por las que, hoy en día, no ven peligroso flirtear con populismos, como la ultraderecha o el separatismo nacionalista. Ha sido mucho más cómodo trabajar sobre información conocida a través de aguantes reportajes como las crónicas periodísticas.
Fracasada la operación, hicieron desaparecer pruebas tan evidentes como las comprometedoras cintas, con las ciento veinticinco horas de conversaciones telefónicas en el Congreso durante el 23F. Todos los implicados eran monárquicos y actuaron en nombre del Rey. Los rastros señalan a la implicación del Rey en la «Operación Armada».
Sus Obras
En la entrevista, Sánchez Tostado nos ofrece algunas de las claves de su novela sin descubrirnos lo que verdaderamente pasó. Su prolífica bibliografía comprende treinta proyectos, siendo su especialidad el ensayo histórico y criminológico. Del primero resaltar sus estudios sobre la guerra civil de españa, la dictadura franquista, los maquis, el exilio republicano y la masonería. Por su tarea memorialista, en 2014 la Junta de Andalucía le concedió el premio ‘Tejedores de la Memoria’, en reconocimiento al compromiso con la historia y la memoria democrática del pueblo andaluz. “La cuarta bestia” es género negro, pero también encaja con la narrativa histórica por cuanto se ambienta en un periodo de tiempo muy significativo de la crónica de España, entre los siglos XIX y XX, y también con la novela ensayada pues está fundamentada en un delito real. Se han respetado los individuos históricos reales, los sitios, las datas y los hechos, por lo que estamos frente a una novela de no ficción.
De ellas, 24 las ha escrito a solas y el resto con otros autores. De los libros donados, 19 son ensayos, tanto históricos como criminológicos o penitenciarios, y 6 de narrativa de ficción, como novela, cuentos y relatos breves. Luis Miguel Sánchez Tostado, criminólogo, escritor e historiador jiennense, ha donado su obra completa, un total de 28 libros, a la Universidad de Jaén , a fin de que sea consultada por el alumnado de la institución univeristaria. Luis Miguel Sánchez Tostado, criminólogo, escritor e historiador jiennense, ha donado su obra completa, un total de 28 libros, a la Facultad de Jaén , a fin de que seaconsultada por el alumnado de la institución univeristaria.
La verdad es un valor prostituido al servicio de los enormes poderes. El próximo día diez de noviembre la presentará en el certamen de Novela Histórica de Úbeda -el más reputado del género- y ha despertado el acto mucha curiosidad por haber sucedido en tierras de Jaén. En la singular obra narra entre los crímenes más alarmantes perpetrados el pasado siglo. La acción discurre entre los siglos XIX y XX y es un leal mosaico de de qué forma se vivían en aquellos años de desolación y caciquismo, reflejo de una sociedad que vivía unos instantes políticos convulsos. Con correcta pluma, detalla los hechos recreándose tanto en lo costumbrista como en la investigación de aquellos hechos que helaron el corazón a una gran parte de la población española incluido al gobierno de la nación.
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Años atrás recogía testimonios de jubilados en Castillo de Locubín y una señora muy mayor me contó aquella historia de 1898. No podía opinar que un caso tan alucinante, que marcó un hito en los fastos de la criminalidad, no se hubiera documentado ni divulgado. Transcurrido un tiempo retomé esa historia pendiente y, cuando reuní información bastante, decidí contar aquel insólito caso con apariencia de novela. Y sucede que muchos ignoran que en Jaén coincidieron en la misma época esenciales escritores o artistas como el de Orihuela, Pedro Garfias, Carmen Conde o Antonio Oliver.
Esta obra deberé hornearla al menos un año y supongo que va a estar lista para 2023. Aquel fue un tiempo convulso en Europa y mucho más aún en España por la incultura y la pobreza. En zonas como Jaén o Granada, donde se desarrollaron los hechos, más del 80% de la población no sabía leer ni escribir. Esto hacía que las pasiones estuvieran más sostienes a la emoción que a la razón. El analfabetismo y la incultura, en una sociedad elitista y polarizada, era una bomba de relojería.
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Mucha tensión, pues con solo 26 años tuve que llevar escolta y tener los teléfonos intervenidos por las amenazas que recibía. Aquella situación la padecí en lo más mínimo silencio para no preocupar a mi familia, que se enteró de todo aquello años después. Pero también recuerdo la satisfacción de haber contribuido a la sociedad poniendo negro sobre blanco, con cantidades y conclusiones; un gravísimo problema popular que todo el planeta conocía, pero que nadie estudiaba. Esta página recopila referencias bibliográficas de materiales libres en los fondos de las Bibliotecas que forman parte en Dialnet. En ningún caso se trata de una página que recoja la producción bibliográfica de un creador de manera intensa.
Colaboraciones En Proyectos Colectivas
Es extremadamente deducible y cree que los ojos son las ventanas por donde el alma se asoma a la vida, desvelando emociones que las bocas silencian. Deberíamos prestar mucho más atención a las miradas y menos a las palabras. Los ojos lo dicen todo, aun en el momento en que no dicen nada, porque jamás están en silencio. Nace en Jaén en 1962 y pertence a los escritores más prolífico de la provincia jiennense. Es criminólogo por la Universidad Complutense de La capital de españa y obtuvo matrícula de honor en su proposición fin de carrera, que fue publicada por la Facultad de Cádiz.
Creo que su éxito estriba en enseñar un hecho real con la intriga y el suspense propios de un thriller de ficción. Por aquellos años la desaparición estaba a la orden del día, los anarquistas tiraban bombas, los jóvenes se enrolaban en las guerras de Cuba y Filipinas y en los campos la gente se apuñalaba por cuestiones de lindes. El desastre del 98 no fue más que un reflejo de la crisis de españa marcada por el subdesarrollo, la injusticia popular y la pobreza. Era un tiempo convulso en Europa, pero en España la situación se agravaba por el analfabetismo y la pobreza. Había un 70% de iletrados y en zonas como Jaén o Granada, donde se generan los hechos, mucho más del 80% de la población no sabía leer ni escribir. Esto hace que las pasiones estén más sujetas a la emoción que a la razón.
A lo largo de casi treinta años trabajé en Instituciones Penitenciarias, me topé con enormes profesionales y viví innúmeras vivencias de las que aprendí que, en la cárcel, pese a considerarse un mal necesario, absolutamente nadie se reinserta. Los condenados eventuales (y todos tenemos la posibilidad de serlo en algún momento), no reinciden pues ya estaban socializados; pero los multireincidentes acostumbran a empezar su carrera delictiva muy jóvenes; el régimen carcelario llega demasiado tarde en sus vidas y es ineficaz. Incluso se llega tarde en los Centros de Reforma de Menores, gracias a la predominación y la educación del ambiente. Debería aplicarse una política popular preventiva en sus núcleos de procedencia y eso no se hace. El autor afirmó que la causa de la donación de su obra es el interés exhibido por el alumnado de la UJA, especialmente de Historia Moderna. El franquismo no está en los símbolos, su legado es mucho más profundo.
Viví la Transición en mi adolescencia y, como la mayor parte de españoles, me creí todo cuanto nos contaron. En cambio, actualmente, tras la desclasificación de documentos, las últimas indagaciones y las recientes tesis doctorales, se marchan conociendo varios datos que nos ocultaron. Todavía se encomia a determinados individuos de oscuro pasado y se silencia al verdadero artífice de la Transición, que no es otro que el pueblo y el movimiento obrero y académico. Nuestra democracia no fue una felicidad concedida por el Rey ni por Suárez, fue una conquista popular de millones de ciudadanos, que se movilizaron aguantando la brutalidad policial, los despidos, las detenciones arbitrarias, los encarcelamientos, las torturas y las muertes.