Desde Cuando Existia La Comunidad Judia En Jaen

Por un lado, en la convivencia entre las culturas cristiana y judía, en el Viejo Reino de Jaén a lo largo de la Edad Media, mostrando el Fuero de Iznatoraf, en donde en una de sus leyes o apartados se regulaba la utilización del baño público tanto de cristianos como judíos, estableciendo días únicos para su empleo a cada red social. La exposición, “Judíos en el Recuerdo. Testimonios reportajes de su presencia en Jaén”, ha contado el día de hoy, a lo largo de su inauguración, con la presencia del judío sefardí Ricardo Djaen, descendiente de integrantes de la comunidad judía que vivió en las calles de la región. En esta Ruta por la Historia Judía de Jaén se proporciona al visitante un itinerario turístico-cultural tanto por el espacio que habitó esta red social medieval (la Judería), como por otros puntos del Grupo Histórico de la región que tuvieron una relación más o menos directa con la población hebrea local.

desde cuando existia la comunidad judia en jaen

Uno de los grandes humanistas del Califato de Córdoba y un referente para todos los judíos de todo el mundo en el siglo X, fue llamado Príncipe de los judíos. Solo unos años después, en 1090, la llegada de los almorávides termina con la tolerancia religiosa previo y obliga a una sección importante de los judíos en Al Andalus a buscar cobijo en los reinos cristianos del norte. Posteriormente, ya a mediados del siglo XII una segunda invasión aún más extremista, la de los almohades, arrasa y vacía lo que quedaba de todas y cada una de las juderías andaluzas. Asimismo se estima que entre los cuatro baños públicos que tenía la localidad a fines del siglo IX -descritos por el geógrafo Abd al-Nūr Al-Himyari- era propiedad de judíos o destinado a judíos, en tanto que se llamaba Hammam Ibn Ishaq, el Baño de Ben Isaac.

Tras Los Pasos De Los Sefardíes, Los Judíos De Andalucía

De Jaén, que sólo volvió a restituirse ya en temporada cristiana, tras la conquista de la región por el rey Fernando III en 1246. Y en ellas, en el solar que existe entre las calles Martínez Molina al Sur, Santa Clara al Norte, calle San Andrés al Oeste y calle Los Caños y Murcia al Este, se ha dejado al descubierto una composición que podría identificarse con un baño que tal vez pueda ser el de Ibn Isaac. Con el permiso de Abderramán III, el médico viajó a la localidad navarra y, una vez allí, persuadió a la reina de la necesidad de viajar a Córdoba. Sancho logró el viaje caminando, de manera que, al llegar a la ciudad más importante andalusí, había mejorado su forma física, cumpliéndose así parte de los deseos de la abuela.

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“No hubo luego otro que llegara a tener su relevancia”, afirma el presidente de Iuventa, organización que trabaja incansablemente para anunciar la judería jiennense, “hace diez años, prácticamente inexistente”. Úbeda, ciudad Patrimonio e la Humanidad, posee unos edificios históricos únicos que conforman calles con un encanto especial, monumentos dignos de contemplar y como es la situacion, viviendas viejas con contienen historias inusuales. La profunda nostalgia por la partida queda simbolizada en la llave de la vivienda española o de la sinagoga local que, según la tradición, se llevaron consigo las familias sefardíes y que aún conservan a buen recaudo en un cajón de sus recientes viviendas, con la promesa de regresar y de que sirva para abrir nuevamente sus hogares y sus recuerdos. En verdad, existe quien sostiene que los hebreos pudieron tener algún tipo de contacto, esencialmente comercial, con el sur de la Península Ibérica ahora en tiempos de Salomón (siglo X a.C). Para esto se argumenta que Tartessos, la civilización que ocupó tierras de Sevilla, Huelva y Cádiz en aquel momento, es la Tarsis que se relata en libros como el de Isaías o el de Jeremías.

Por una parte, en la convivencia entre las etnias cristiana y judía, por otro lado, en la actividad económica creada por los judíos y, además, sobre la persecución a la que se vieron sometidos, primero, los judíos y, tras la expulsión en 1492, sus descendientes, los conversos. Aunque los primeros documentos preservados se remontan hasta la época visigótica, al año 612, en el momento en que el rey Sisebuto prohibió por ley a los judíos de Jaén tener esclavos cristianos, la presencia de judíos en la localidad, semeja más que probable que el colectivo hebreo llegara bastante antes. Indudablemente, las primeras comunidades judías se establecieron en Jaén en temporada romana, con lo que la comunidad judía que habitaba Jaén ya era importante en el siglo VII.

Monumentos Secretos De Úbeda La Sinagoga Del Agua

Desde esta plaza, vivo ejemplo de la España de las Tres Etnias, invitamos al visitante a continuar conociendo la localidad desplazándose hasta el Castillo de Santa Catalina, situado en la cima del monte del mismo nombre y que aloja dentro suyo un entretenido y también ilustrativo Centro de Interpretación Turística, un bello Parador Nacional y unas extraordinarias vistas desde el Mirador de la Cruz. Y naturalmente, en tal Museo, encontrarán muchas más piezas de señalado interés, como las compilaciones escultóricas íberas mucho más esenciales de la península. Sea como fuere la decisión adoptada en su visita a Jaén, recuerden siempre a lo largo de su estancia en la localidad que los judíos jiennenses estuvieron estos espacios, pisando las calles y olivares que el día de hoy observamos a lo que nos rodea.

Esta práctica se afianzó también en los territorios reconquistados, dejando los espacios centrales de la región a los cristianos, mientras los árabes ocupaban las morerías y los judíos, las juderías. Con la reconquista cristiana la judería cambio absolutamente transformándose en un barrio de judíos conversos conocido como el Vecindario de Santa Cruz, que es como se conoce en la actualidad, varios de los judíos jienense prefirieron transformarse al cristianismo que dejar la ciudad, si bien la mayoría de ellos seguían haciendo sus ritos en secreto. En Jaén podemos encontrar la primera referencia de la cultura judía en la ciudad en el año 612 , en un documento expedido por el rey visigodo Sidebuto en el que prohibía que los judíos de la región andaluza pudieran tener esclavos cristianos. Se estima que los judíos se asentaron varios antes en Jaén, incluso lograron estar conviviendo con civilizaciones que estuvieron en la localidad anteriormente como son los romanos o visigodos y posteriormente con musulmanes y cristianos. El Fichero Histórico Provincial, que ya abordó la presencia judía en Jaén con ocasión de la conmemoración del 1100 aniversario del nacimiento de Hasday ibn Shaprut a finales de 2015, ha centrado en la actual muestra la existencia de judíos en Jaén ambiente a tres puntos primordiales. Una figura clave que no puede olvidarse en Jaén y sobre la que resalta su importancia Rafael Cámara, presidente de la Asociación Iuventa, es Ibn Shaprut, un poeta, médico, defensor de las comunidades judías de todo el Mediterráneo, desde Babilonia o Rusia hasta Italia o Francia.

Judíos En Andalucía

Jaén fue uno de los sitios “onde los sefaradim moravan” (donde los sefardíes vivieron), y por este motivo todavía encontramos familias sefarditas que, pese a los más de quinientos años pasados desde la expulsión de las comunidades hebraicas españolas, siguen preservando la tradición de su origen giennense, como los D´Jaen, Djaen, Kaen u otros como los Marrache. Familias y personas que prosiguen regresando al terruño ancestral en busca de una identidad incompleta, buscando saber el del sol de sus ancestros y, donde al unísono, los actuales giennenses se reconocen a sí mismos como descendientes de muchos de esos judíos que se transformaron al cristianismo y que, entre los siglos XV y XVI, llegaron a alcanzar entre el 8 y el 10% de la población local. Continuaremos nuestro camino hasta llegar a la altura de la calle San Andrés, que vamos a encontrar a la derecha. Ahora mismo empezamos a conocer el espacio urbanístico de la región vieja donde los judíos habitaron y que recibía la denominación de “judería”.

En esos momentos, enseña la experta, ejercitaba el cargo de secretario de Cartas latinas, un “puesto que hasta el momento sólo habían desempeñado doctos mozárabes cristianos”. La crónica de la Sinagoga del Agua, surge de la casualidad, y ha amado aparecer por sorpresa, siendo su destino demolerla y crear un edificio de pisos, pero para sorpresa de todos, su rumbó cambió. Por los pobladores de Úbeda, la vivienda contigua, es conocida como la vivienda del inquisidor, pues el escudo de piedra se puede ver en la fachada, pero tras las primeras proyectos, empezó a aparecer su verdadera historia.

Y de hecho, en 1483 se dictaminó la expulsión de los judíos de Andalucía, 9 años antes de la expulsión definitiva de 1492. En este caso, se les forzó a dejar los territorios de Córdoba, Sevilla y Cádiz para poner con rumbo a Extremadura, si bien hay dudas sobre el grado de cumplimiento de esa orden. El chato de la judería de Jaén cuenta como un importante vecindario de la ciudad más importante que se constituye de calles estrellas, cuestas empinadas y rincones que dejan muestras de la crónica de esta región de la ciudad.

Plaza Del Rostro

Entre otros rastros, todos los sábados se abstenía de efectuar cualquier trabajo, en curiosa similitud con la celebración del shabat hebreo. El Condestable fue asesinado en la Catedral el 21 de Marzo de 1473 por “cristianos viejos”, y se significó por su defensa del colectivo judeoconverso. Son de destacar en este Palacio los restos del llamado “Salón Mudéjar”, Monumento Histórico-Artístico que tiene un bello alfarje, donde Miguel Lucas reunía a su pequeña corte. Frente a la puerta primordial del Palacio del Condestable, podemos encontrar la calle Madre de Dios, por la cual ascenderemos en busca del Arco de San Lorenzo. El Arco de San Lorenzo es lo que resta de la vieja parroquia homónima, de estilo gótico-mudéjar. El Arco de San Lorenzo es Monumento Nacional y en su interior resalta singularmente la capilla de la planta baja, con unos preciosos azulejos moriscos y yeserías.

Jaén

Con el tiempo, su importancia se fue diluyendo, y a mediados del siglo XV era una institución prácticamente olvidada, si bien legalmente vigente. La plaza de Santa María fué, durante siglos, el centro de la vida pública de Jaén, además de un espacio marcado por la extraordinaria presencia de la catedral renacentista de la región, entre los ejemplos más deslumbrantes de este estilo arquitectónico en España, nacido del genio creador del arquitecto Andrés de Vandelvira. Aquí, donde asimismo se levanta el Palacio Episcopal y donde tuvieron sitio numerosos coches de fe celebrados por el Santurrón Tribunal, con el protagonismo de inquisidores como Diego de Deza y Alonso Suárez, comienza el recorrido por el itinerario judío de Jaén, que discurre a las faldas del cerro sobre el que se levanta el castillo de Santa Catalina, entre los distintivos históricos de la región. El palacio, que perteneció a don Fernando Torres de Portugal, virrey del Perú y conde de Villardompardo, es un colosal edificio renacentista que simboliza la situación de Jaén en la conquista de América y, en la actualidad, un extenso complejo cultural que incluye, aparte de los baños y las dependencias del propio palacio, el Museo de Artes y Costumbres Populares y el Museo En todo el mundo de Arte Naïf. “Semeja que estos individuos de nombres extraños que vivían en Al-Ándalus no son españoles y andaluces, y lo son totalmente”, reivindica Cámara, para quien su paisano es “entre los andaluces mucho más destacados de la historia y el judío más importante de la crónica de España”.