Estas se prosiguen celebrando gracias a la construcción de la bodega cooperativa la cual un año tras otro invita al pueblo a la misa y al convite. Aunque son las fiestas “chicas”, también son las mucho más visitadas dado a que la gente disfruta de sus vacaciones de agosto en la Celebración de San Esteban. El camino de los miradores de la Sierras es una ruta circular de cinco kilómetros entre Santibáñez de la Sierra y San Esteban de la Sierra, simple de recorrer y singularmente diseñada para un turismo de tipo familiar. Avanza por tres espacios muy dispares; en un primer momento, cruza terrenos dedicados al cultivo de autoconsumo donde se puede ver la mano del hombre, como huertas, viñedos y en menor medida olivos y cerezos. En el segundo tramo, de bosque espeso, se concentran todas las variedades arbóreas de los espacios naturales de la zona; asimismo es el refugio ideal de la fauna autóctona, como zorros, cerdos salvajes, ciervos o gatos monteses.
El espeso bosque de castaños y eucaliptos de su entorno, proporciona otras sendas, entre la que resalta la antigua senda de las huertas que unía San Esteban y Valero. Discurre el monte entre bancales de parras y olivos, muchos ya abandonados y zonas muy agrestes. A lo largo de los seis km y medio pasaremos cerca de la región de baño fluvial «el Pielago», en la confluencia de los ríos Alagón y Quilama y el río de la Palla. La ruta es lineal, con lo que vamos a deber caminar otro tanto de regreso. Anteriormente era la fiesta grande pero ya que sus datas eran en temporada de siega y la mayor parte de los habitantes del pueblo iban a segar, se modificaron al 14 de Septiembre.
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Finalmente, en un paisaje abierto y despejado, surge el enorme balcón, el mirador natural; desde allí se pueden contemplar las sierras del sur de la provincia de Salamanca, un territorio proclamado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Este itinerario forma parte de una pequeña red de caminos de carácter local, agrupados bajo la denominación de Senderos del Alagón. Desde estos alojamientos podemos proseguir distintas rutas, como la del Sendero del Agua o la de Las Raíces, en La Alberca. En la región son comunes actividades como la micología, la matanza,la mucho más señalada de ellas es la del marrano de San Antón de la Alberca y recogida de castañas. El monte El Castañar está situado junto al pueblo y es una de las zonas boscosas con mayor variedad de flora que se encuentra en el término de San Esteban. Tiene una extensa población de castaños y arces y dispone de un camino que permite subir casi hasta lo mucho más prominente del mismo.
Al costado del mismo hay una charca en la que los bañistas pueden disfrutar del río en verano. En las inmediaciones del concejo se pueden hallar ciertos olivos con cientos de años de vida. Se identifican por poseer un leño que en algunos casos supera los 3 metros de perímetro.
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El puente de Rando, construido a lo largo del siglo XVII, dejaba la comunicación entre los municipios de San Esteban y El Tornadizo. Antiguamente, por su emplazamiento, era la opción mejor para salvar el Alagón en el viaje entre la sierra bejarana y el Sangusín y las regiones limítrofes. La Iglesia de San Esteban de la Sierra se encuentra dentro de las construcciones más antiguas del concejo y aún se guarda en perfecto estado.
Si ha empleado los servicios de este rincón previamente, puede dejar un comentario en la sección «Críticas» para expresar su impresión sobre Ca\’ Tío Celso. Históricos que se encuentran en los alrededores a muy poca distancia, como La Alberca, una villa con una historia emocionante que se deja ver en sus casas y en sus iglesias,Montemayor del Rio con su Castillo,Mogarraz o la villa medieval de Miranda del Castañar. Dispone de mesas y asientos y todo lo preciso para pasar una estupenda tarde de merienda cubierto de naturaleza.
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En su interior solo se han realizado unas pocas ediciones, primordiales para continuar albergando las celebraciones eucarísticas, lo que permite ver la iglesia tal y como era hace varios años. Hoteles ruralesCasas vacacionales con especificaciones como piscinas, pesca, equitación, etc. Si se ha beneficiado de los servicios de este rincón anteriormente, tiene la posibilidad de escribir un comentario en la sección «Opiniones» para expresar sus experiencias sobre Casa Rural El Mirador del Tiriñuelo.
A diferencia de otros pueblos que es fiesta de mujeres, en San Esteban había todos los años maestresalas que eran matrimonios. Los matrimonios aprovechaban los productos logrados del campo para llevar a cabo dulces típicos como perronillas y sacatrapos y bebidas como el anisete. Estos modelos se prosiguen ofertando en la alborada que se festeja el día 4 de Febrero por la noche. Consiste en recorrer los barrios del pueblo cantando en cada uno de ellos una estrofa de la vida de la Santa y en alguno de ellos además necesidades sobre fundamentos diversos. El día 5 es el día de Santa Águeda se celebra la misa con procesión en la que los maestresalas van vestidos con los trajes típicos. El día siguiente comían los maestresalas con el municipio un plato típico llamado limón, muy apreciado por los pobladores del pueblo pero con algunos opositores por encontrarse en el mismo plato naranja, limón, carne asada, chorizo, huevo frito, huevo cocido, aceite, escabeche y vino.
Este puente se mantiene aún en perfecto estado si bien, dada su antigüedad, la área del mismo es abrupta y no permite el tránsito con vehículos. Muy cerca de este gran puente se puede localizar otro de menor construido para cruzar un arroyo que desemboca en el río. Magníficas vistas del valle de las Quilamas por un sendero empedrado que une San Esteban de la Sierra con Valero y que está debidamente señalizado. Tres kilómetros y medio por bosques de encinares y castaños donde vamos a encontrar bancales para el cultivo de la vid y el olivo. Más de 20 peñas de gente de todas las edades nos abren sus puertas para tomar un vino o una cerveza, o sencillamente pasar un buen rato conversando. La celebración se abre con la coronación de la reina y damas y la “Quema del Castillo”.
Durante los 5 días siguientes se puede disfrutar de verbenas, convites, juegos y actividades conjuntas por todo el pueblo. El último día a las 9 de la mañana se parte hacia la dehesa de toros bravos a buscar los novillos que van a ser lidiados por la tarde en la plaza del pueblo anticipados por un desfile de carrozas. En la dehesa se enjaulan los toros, se torean unas vaquillas y lo más esencial se almuerza y se cantan canciones habituales.