Con pocos ejemplos en el siglo XVII, estas narraciones gráficas son mucho más frecuentes desde los principios del s. XVIII, en el momento en que varios viajeros describen su recorrido por las islas aportando alguna información, redactada y gráfica, tales como las de L. Glas en 1764 o distintos exploradores franceses de la segunda mitad de siglo que a lo largo de sus cortas estancias de aprovisionamiento, en la mayoría de los casos en Santa Cruz de Tenerife, realizan recorridos por el interior de la isla que les sirvieron para recolectar materiales distintos y redactar entrometidas obras con ciertas visibles referencias a la vegetación y la flora. Finalmente, en el Parque Municipal de Santa Brígida convive ya hace mucho más de sesenta años un espeso algarrobero, a cuya estela se sentaban los vecinos de sobra edad a conversar en las mañanas veraniegas, como puede apreciarse en la foto, o los guardas municipales se apostaban por las noches para realizar la ronda, en esos tiempos sin teléfonos, por si acaso fuera necesario que los vecinos reclamaran allí sus servicios. Los satauteños tuvieron una enorme receptividad con este árbol sabio, como es conocido, y no afirmemos las parejas que salían del cine en las tardes de domingo y buscaban allí el esperado cobijo, sabedores de que el amor precisa privacidad para beber en unos labios.
Si bien pasó por algunas contrariedades a fines de dicho siglo, según A. Luque Hernández, se han tomado las medidas oportunas para su conservación y rehabilitación cerrándose con la hermosa verja de hierro forjado, que aun tiene, e inaugurándose de manera oficial el 19 de junio de 1910. Con un diseño romántico de trazados sinuosos acotados por recortados setos de boj, la hijuela posee una notable colección de árboles y arbustos entre aquéllos que resaltan un grupo de viejos Podocarpus, distintas coníferas y en particular un bello ejemplar, centenario, de drago . En sus primeros instantes estuvo bajo la dependencia de la Cámara Agrícola de la Orotava, fundada en 1900, pasando luego a estar bajo el precaución del Ministerio de Agricultura, y posteriormente, de la misma el Jardín de Aclimatación de La Orotava del que es dependiente hoy en día, se transfirió al Gobierno Autónomo de Canarias. A fin de siglo tiene sitio en Las Palmas la organización de la Celebración de las Flores, celebrada en el mes de abril de 1892 en los entornos de la plaza de Cairasco, alameda vieja y zonas próximas. Si bien la prensa consultada de la época no recoge los contenidos de la misma en sus puntos botánicos, se aprecia en algunas fotografías del acto la presencia, en varios stands, de distintas colecciones de especies vegetales provenientes de los diferentes expositores que contribuyeron a ella, sin que resulte fácil su identificación.
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Al lado de ellas se introducen Adenandra, Clivia, Gladiolus, Freesia, Strelitzia o proteáceas, muchas de las cuales se convirtieron en elementos muy populares, prácticamente omnipresentes en los modestos jardines campesinos. Estas introducciones son interesantes después de los trabajos de exploración y colecta, durante muchos años, del ya citado Francis Masson. Otras especies notables en algunos de los jardines mucho más importantes tienen este origen, destacando probablemente la presencia en Canarias de distintas especies de Araucaria entre las que el pino de Norfolk (A. heterophylla), originario de las islas de mismo nombre cercanas a Novedosa Zelanda, por su esbeltez y soberbia, es la que ocupa aún hoy un mayor importancia, particularmente en viejos jardines de casonas viejas, marcando, cual bandera, un destacado papel en el paisaje.
Otras áreas europeas de procedencia de inmigrantes, con menor influencia, podrían ser las flamencas, italianas o inglesas de acuerdo con la llegada de diversas familias que se establecen en las islas por distintos, motivos (religiosos, económicos…) o derivadas de las intensas relaciones comerciales que brotan entre las islas y estos territorios. La escasez de tiempo no ha permitido realizar un recorrido por los textos de esta época más literarios o históricos, en ocasiones con marcado carácter anecdótico, como son las proyectos de Cairasco, Núñez de la Peña o Viana, donde posiblemente, por lo menos desde un criterio literario, se mencionen algunas plantas similares con el mundo ornamental. Entre los pocos ejemplos de jardines de este periodo con diseño, bien cuidados, con cantería azul de Arucas y colecciones esenciales y estanque, habría que nombrar el de la finca de El Batán, en la región del Monte Lentiscal (Santa Brígida, Gran Canaria), construido en el siglo XVII por un anónimo inglés establecido en la isla y rehabilitado por Mercedes del Castillo, con pluralidad de especies como metrosideros, distintas palmeras, dragos, pitosporos, helechos, aráceas y glixinias entre otras especies.
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Por fortuna se ha logrado salvar a este singular árbol de 24,70 metros de altura y 6,30 metros de perímetro. El bello y gigantesco castañero que existió en El Madroñal, dentro de la finca de Los Pasitos, hasta mediados de objetivos del siglo XX.
Wildpret marca un hito, probablemente, en la jardinería insular, no solo por su relación con el Jardín de Aclimatación de la Orotava, cuyo encargo tuvo a lo largo de 30 años, sino más bien asimismo por su vinculación comercial con esta rama, su papel como introductor de nuevas especies en la isla y sus trabajos como jardinero. En 1879, adjuntado con el directivo del jardín, Nicolás Benítez de Lugo, publicó un catálogo de la flora cultivada en el Jardín Botánico. Conocemos cuando menos 2 catálogos de plantas decorativas publicados por él con las promociones de su comercio, ofreciéndose además de esto como jardinero horticultor y diseñador y mantenedor de jardines.
Asimismo a finales del siglo XIX se establece, en el centro de la villa de la Orotava, la hijuela del Jardín Botánico (Jardín de Aclimatación de La Orotava), en una parte del solar correspondiente al desaparecido convento de San José de las monjas visibles, al lado de la posterior del actual municipio que ocupa otra parte del mismo. En la nota anexa a este conjunto comunica la publicación de una Instrucción de la siembra y cultivo de las semillas de flores y hortalizas que no sabemos si llegó a ver la luz. La oferta de este grupo incluye 37 clases con distintas variedades de algunas de ellas. Le prosiguen las semillas de árboles, arbustos y enredaderas de plantas perennes donde se hablan de 71 especímenes con diferentes tipos de algunos.
Por ello, y pese a sus atractivos, la utilización local de especies decorativas nativas de la flora canaria debe hacerse con mucha precaución, con materiales del entorno y jamás de forma masiva. La moda reciente de impulsar la flora canaria en muchos jardines públicos, incluso de manera oficial (rutas, autopistas, plazas…) probablemente ha originado varios problemas no deseables, presentes y futuros, como fué el asilvestramiento de distintas especies en islas donde no existían, teniéndose que desarrollar programas destacables de erradicación para prever males mayores. Incluso en una misma isla, el aumento considerable de vías y las plantaciones programadas, a veces oficialmente, para su ornamentación está afectando a esa conservación (Asteriscus, Argyranthemum, Echium, Pulicaria…).
Hasta la década de 1960, los satauteños se abastecían de las hojas de estos árboles para ornamentar las testeras de sus casas, la plaza de la iglesia o ventorrillos durante las fiestas principales; para crear, a la manera artesanal, esteras y escobas como las que hacía el inolvidable Pepito Gutiérrez, en su casa de El Gamonal, o para entrelazar los palmitos blancos con los que se elaboraban ceretas o los utilizaban en la festividad del Domingo de Ramos. Pero la crisis agraria de la década de los sesenta y la proliferación de mano de obra local para los nuevos cultivos de tomates, la construcción y la posterior expansión del campo turístico en el Sur de Gran Canaria, nuevo pilar de la economía de las Islas, brindaron las primeras puntadas a la economía agrícola. En tal intérvalo de tiempo, se produce un desvanecimiento de las construcciones tradicionales (modo de producción campesino, hábitat), al tiempo que Santa Brígida fue perdiendo los utensilios culturales que al pueblo le servían para resolver los inconvenientes que le exponían su medio natural y su contexto productivo. Y de esta manera, en medio del desmoronamiento del mundo clásico y la conversión de Santa Brígida en esta villa residencial que es el día de hoy, hubo una vocación ciega por el hacha y por la sierra mecánica, para “plantar” una urbanización ilegal donde antiguamente medraban las palmas , para ensanchar la carretera general o para que una vieja Phoenix canariensisno entorpeciera el solar del moderno chalé. Se vende finca urbana en la zona de Tapia, Ames, a 5 minutos de Bertamirans y a diez de Santiago de Compostela.
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Charla del precaución jardín de la señora Borehan, vieja casona de San Antonio, junto al Puerto , no lejos de la iglesia inglesa y el Enorme Hotel , donde crecían la Cineraria maritima, Iresine y Coleus, múltiples especies de Ficus y la ornamental palmera canaria. Alaba los sacrificios de los hermanos Domingo (sic, ¿viable fallo?) y Víctor Pérez para extender los árboles y arbustos canarios, varios de los cuales presentan una destacable figura, mientras desea y espera que el jardín en construcción del coronel Wheterad (la dejada y magnífica casona de San Fernando, con sus jardines ahora desaparecidos en la región del Taoro del Puerto de la Cruz), incluya una parte para el cultivo de las atrayentes plantas nativas decorativas. Smith remitiendo al lector a las descripciones de M. North, que pasó temporadas en ellos en 1875, adornados con mirtos, buganvillas, cipreses, lilium altos, naranjeros y limoneros, rosas de Cherokee, y con visión hacia el jardín del malpaís , donde, bordeado en su parte alta con eucaliptos, medraban con enorme hermosura aloes, cactus, Euphorbia, Arum, cinerarias , Sedum , brezos y otras plantas especiales, silvestres e introducidas. Federación de Empresarios de Transportes de Canarias 25 Tras la llegada a España de la democracia empiezan a aparecer espontáneamente movimientos sindicales y empresariales en todos los ámbitos de la sociedad, a los cuales no fue extraño el planeta del transporte en Canarias. Por un lado, ASEMTRA, la Asociación de Empresarios de Transporte de Mercancías, congregaba en su seno a los hombres de negocios de camiones y grúas, cuya actividad fundamental se centraba en los puertos canarios, habiendo iniciado su actividad colectiva en Por otra parte, la Asociación de Empresarios de Transporte Discrecional de Pasajeros, aglutinaba a los empresarios de guaguas de todo tipo que intentaban organizarse para defender sus derechos y pretensiones desde A ellos se unió en 1979 la Asociación de Empresas de Transporte Regular de Viajeros, ARV, establecida en la isla de Enorme Canaria.
Destacan numerosas variedades de Abutilon, Acacia, Aralia, Begonia, Bignonia, Bouganvillea, Coleus, Croton, Erythrina (árboles coral), Ficus, Hibiscus, Jasminum, Passiflora y Salvia, por indicar las más representadas. A continuación oferta una interesante pluralidad de Bromeliáceas que según él constituyen la “moda del día” y también señala para adornos de galerías, entre ellas diversas Bilbergia, Guzmania y Pitcairnea. Dedica una serie particular a las Dracaena para sierro caluroso que alaba por su interés como “plantas de habitación” y de cultivo fácil. La oferta de palmeras que señala es atractiva por su variedad, introduciendo diversas Areca, Caryota, Chamaedorea, Cocos, Phoenix o Sabal entre la sorprendente proporción de mucho más de 140 especies y variedades. Siguen a este interesante conjunto distintas Cycadeas, Cyclantheas, Pandanus , coníferos con diferentes Araucaria, Cupressus, Juniperus y Pinus entre otros muchos géneros representados.
Parece evidente que debieron extasiarse en frente de la hermosura de los más llamativos representantes de la flora local (taginastes, margaritas, bejeques, siemprevivas…) como aún lo hacemos nosotros, aprendiendo próximamente, con toda posibilidad, a usar muchas de ellas en usos distintos, dentro medicinas y alimento (acebuche, bejeque, bicácaro, cardón, madroño, mocán, tabaiba…). Sabemos, sin embargo, que las ciudades aborígenes introdujeron distintas especies de interés económico, fundamentales para su supervivencia en las islas y que algunos frutales estaban en el archipiélago antes de la conquista. Los primeros pobladores del archipiélago iniciaron, por tanto, la llegada de elementos alóctonos , entre aquéllos que podrían existir semillas de malas hierbas, algunas de las cuales se asilvestraron con sencillez incorporándose a la flora nativa. No obstante, no se ha constatado la introducción de especies decorativas o medicinales, como podría haber ocurrido, quizás, con el áloe , de amplia y extensa difusión en el área mediterránea como planta medicinal y protectora en temporadas recónditas ligadas al inicio de la era cristiana. LIS GESTIONES INMOBILIARIAS tiene hoy en día publicadas un total de 65 viviendas en toda España y 3 locales. Esta agencia dispone de 28 características en alquiler y 40 inmuebles a la venta.